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Las 7 mentiras que te dices para no aprovechar tu terraza

Nací y crecí en Madrid, esa jungla de asfalto que desde hace unos años se ha apuntado a la moda de salir a la calle, de cubrir de verde cada rincón y disfrutar de las terrazas públicas y privadas. Aún así, me sorprende que mucha gente no saca partido a sus terrazas. Grandes, pequeñas, expuestas o de interior, ¡son uno de los mejores espacios de la casa! A continuación pretendo exponer las tristes (porque es una pena no sacarle partido) excusas que pone la gente para no usar la terraza. Con suerte, alguien se verá reflejado en este post y cambiará su percepción de la terraza.

1. La terraza tendedero

Se trata de algo con lo que algunos hemos vivido desde pequeños, la terraza es ese sitio donde se cuelga la ropa y no te imaginas ningún otro uso para ese espacio. Ese era mi caso. ¡Resulta que teníamos un tendedero de 25m2 en una casa de 125m2! No tenía ningún sentido. Y no fuimos conscientes hasta hace unos años de la joya que teníamos. Si es tu caso, haz los cálculos y piensa cuánto espacio estás desaprovechando o si hay algún otro espacio en la casa que te proporcione las características que te da tu terraza. Si ha de existir un tendedero en la terraza sí o sí, siempre hay una manera ingeniosa de compatibilizar su uso con el disfrute.

2. La terraza trastero

Este punto tiene el mismo origen que el primero, la diferencia es que no hay forma de compatibilizar el disfrute con el almacenamientos en espacios pequeños. En muchos casos se puede hacer un uso compartido o ingenioso siempre que la terraza sea de mediano o gran tamaño o los objetos que hay sean fácilmente movibles (como un tendedero). Pero en este blog hemos venido a hablar de extremos, y tu terraza es extremadamente pequeña porque es proporcional a tu pequeño apartamento. En ese caso tendrás que echarle un par y sopesar si lo que tienes son cosas realmente necesarias e inamovibles por las que compensa no disfrutar de una terraza o si prefieres tener una salida a la calle en tu propia casa. En mi experiencia, la gente con pequeños apartamentos disfrutan más su pequeña terraza que grandes casa con terrazas bestiales. ¡Os animo a que apostéis por la terraza!

3. La terraza demasiado pequeña

MENTIRA. Si cabe un taburete, enhorabuena, tienes una terraza que explotar. Durante mi último viaje a París, me alojé en un Airbnb del centro de la ciudad con un balcón de medio metro de ancho con un edificio en frente a 20 metros. A pesar de que la casa era amplia y bonita, la terraza era el lugar favorita de mi pareja y mio. No tenía mucho, unas flores y dos taburetes. Uno de los dos se sentaba dentro de casa para poder utilizar el otro como mesita para el desayuno, aperitivo incluso cena. No necesitaba más. Ni siquiera tenía una increíbles vistas de la Torre Eiffel o de los tejados parisinos, pero era el lugar más mágico de la casa. Viniéndome a la cabeza las terrazas de 1m de ancho tan populares en las construcciones españolas del siglo XX, no hay excusa para no sacarle partido. Ponle una mesita para dos o un sofá para relajarte, incluso una pantalla para ver pelis en verano. Y si no estás segura/o y te faltan ideas, contacta a un paisajista o diseñador para que te oriente, será la mejor inversión del verano.

4. Poca intimidad

Si vives en una ciudad, es muy posible que vivas con otro bloque de edificios en frente y ello te desaliente a utilizar tu terraza ya que no te gusta estar expuesta/o. Es totalmente comprensible. Lo que te debes plantear es: ¿Qué pretendes hacer en tu terraza? Tener vecinos incomoda para hacer topless o incluso echarte la siesta pero, ¿qué importa que los vecinos te vean desayunar, leer, tomarte una copa o hacer la mayoría de las actividades terraciles? A tus vecinos les interesa bien poco. Como mucho me los imagino diciendo “Qué cabrón/a, que agustito debe estar ahí en esa terraza”. Pues sí oye, aquí se está agustito.

5. La terraza con malas vistas

Si de verdad ese es el único problema, si no quieres ni vel lo que hay más allá de tu barandilla, estás de suerte, diseña tu terraza focalizándose en el interior y no en el exterior. Hay infinidad de recursos que se articulan en dos direcciones: 1) Tapar las malas vistas con plantas, biombos, cortinas, etc. o 2) Mucho más elegante y eficaz, poner el foco en el interior. Que la acción ocurra dentro de la terraza y no fuera: asientos que miren hacia dentro y no hacia afuera, un fuego, un jardín vertical… Cualquier recurso es válido, y seguirás disfrutando de un espacio exterior privado que te proporcione luz y aire fresco.

6. La terraza con mucho ruido

Así como en el punto anterior no pretendía persuadirte de que la belleza, es relativa y deberías verla con otros ojos, si lo haré del ruido. Estamos rodeados de ruido, y algunos de los sitios a donde vamos a disfrutar, son precisamente sitios ruidosos como las cafeterías y bares, pero también la playa o la piscina, o las fiestas del pueblo. Es verdad que si el único objetivo objetivo que se pretende de la terraza, es relajarse, tal vez el ruido sea un inconveniente, pero si se te ocurren más usos aparte del relax y la tranquilidad, ¡no dejes que vivir en un barrio ruidoso o en obras te impida disfrutar de tu terraza!

7. Mi terraza es muy fea

De todos los puntos por los que hemos pasado, este es el que más para atrás nos echa sin nisiquiera darnos cuenta. Hay gente que tiene diamantes en bruto que le parece muy fría, lo que termina convirtiéndolo en tendederos y trasteros sin querer. Muchas veces ocurre de manera inconsciente porque la terraza no es atractiva de primeras. Esto pasa más de lo que creemos. Ocurre porque tenemos a pensar que una terraza no necesita nada para ser atractiva y solo requiere de unas sillas o sillones para ser cómoda. Nada más lejos de la realidad. Al igual que las viviendas en bruto recién salidas de obra son inhóspitas, lo normal es que una terraza, también lo sea. Requiere de una idea de qué usos queremos darle y un plan para decorarla y adecuarla. Vamos, igual que el resto de habitaciones de la casa. Es necesario utilizar texturas para quitar ese aspecto a obra recién acabada, puede que prefiramos un suelo de madera o césped artificial, seguramente unas plantas bien seleccionadas, en los tiestos adecuados, unas luces cálidas o incluso un chorro de agua ayuden a conseguir la sensación perseguida.

Una terraza, da igual el tamaño, ubicación u orientación, es un diamante en bruto, son los nuevos jardines. Si tienes uno y lo utilizas, enhorabuena, eres realemente afortunada/o. Si lo tienes y no le sacas partido, doblemente enhorabuena porque tienes la oportunidad de mejorar tu calidad de vida con un poco de esfuerzo y empezarás a sacarle más partido del que imaginabas a un espacio de tu casa que había pasado tanto tiempo ignorado.

Antes de lanzarte a la aventura, mira fotos de otros proyectos. Pinterest es una fuente inagotable de inspiración, pero si quieres un toque personal y original, siempre puedes contactar un paisajista que te ayude con la concepción de la lidea y posteriormente con la ejecución.

Ahora cuéntame, ¿te has visto reflejada/o en alguno de los puntos? ¿Añadirías algún otro? ¿Tienes ya una terraza dando el 200% de sí?

Saludos!

Alvaro

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